En Brasil han desarrollado esta ingeniosa solución con botellas de agua para iluminar espacios oscuros en hogares donde no llega la energía eléctrica o en oficinas. Cada botella ilumina el equivalente a una bombilla de 40/60 W. El único inconveniente es que por la noche dejan de iluminar, pero aún así es, un invento muy interesante y una nueva forma de iluminar estancias lúgubres y de ahorrar en electricidad recuperando y reciclando las botellas de plástico.
Este experimento solo parece posible en caso de techos finos y "recortables". En el vídeo parece que los techos son de fibrocemento, un producto muy conocido por su elevada toxicidad para el sistema respiratorio, especialmente cuando se recorta o manipula. Por ello veo esta práctica muy poco recomendable.
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