La idea es muy sencilla y también lógica: varias personas pueden ponerse de acuerdo para realizar un determinado trayecto en un único vehículo. Además del evidente ahorro en los costes de desplazamiento, se contribuye a disminuir el grado de congestión en las carreteras y vías urbanas y a reducir el impacto del tráfico sobre el medio ambiente.
Este sistema, conocido en ocasiones por el término inglés carpooling, se utiliza sobre todo en los movimientos cotidianos, como los desplazamientos a centros de trabajo o centros educativos, pero también es aplicable a viajes de largo recorrido y otros no relacionados con actividades de periodicidad diaria.
• El origen y destino del viaje de los ocupantes del coche es muy similar (o coinciden con puntos del trayecto realizado).
• Los horarios a la ida y a la vuelta son también coincidentes.
• Se trata de viajes que se repiten periódicamente, por ejemplo, desplazamientos al lugar de estudio o trabajo.
El responsable de poner su coche al servicio de los demás podrá ser siempre el mismo o ir alternando, dependiendo del acuerdo alcanzado por los participantes.
El uso de coche compartido es una práctica muy habitual en países europeos como Francia o Alemania, y en Estados Unidos, primer país donde se popularizó esta forma de transporte, el carpooling supone ya más del 13% de los desplazamientos al lugar de trabajo.
Los programas y herramientas para fomentar el uso compartido de los coches van desarrollándose progresivamente en España. El Ministerio de Industria, Energía y Turismo cuenta con una página para fomentar el coche compartido: http://www.compartescoche.es/. En esta página se presentan orientaciones y buenas prácticas sobre el coche compartido y se proporciona información sobre diversas empresas que ofrecen portales en internet orientados a facilitar los desplazamientos compartidos en coche:
http://www.amovens.com/ |
http://www.blablacar.es/ |
http://www.conduzco.es/ |
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