El agua que se pierde hasta que el agua caliente llega a nuestro rociador o a nuestro grifo puede parecer una cantidad modesta, pero hay viviendas en las que los tiempos de espera pueden ser de uno o dos minutos y el agua desperdiciada puede superar los cinco litros por servicio, lo que se traduce en varios miles de litros de agua anuales (1)
¿Qué opciones tenemos para evitar o limitar este despilfarro?
Opción uno: el truco del cubo. Si el tiempo de espera no es elevado, podemos recoger el agua fría en un cubo y emplearla luego, por ejemplo, para regar las plantas. Ventajas de esta solución: es sencilla y es barata. Inconvenientes: si el agua caliente tarda mucho en llegar, un cubo no nos permitirá recoger todo el agua fría disponible. Y si tenemos pocas plantas (o no requieren mucho riego) deberemos pensar en un uso alternativo para el agua recogida.
Opción dos: instalar una bomba de recirculación. Estas bombas hacen circular el agua caliente de forma continua, enviando el agua que se ha enfriado de regreso al calentador por el circuito del agua fría. La principal ventaja de estos aparatos es que, al abrir el grifo, el agua sale caliente de forma prácticamente instantánea porque, mientras la bomba está encendida, el agua siempre permanece caliente en la tubería. En el capítulo de inconvenientes hay que destacar que la circulación continua de agua caliente por el circuito aumenta las pérdidas de calor, lo que obligará a nuestra caldera a consumir más. Para reducir el gasto energético algunos optan por encender la bomba unos minutos antes de la ducha y apagarla después.
Opción tres: sistemas de recirculación electrónica. Estos aparatos no mantienen el agua circulando permanente sino que se activan únicamente cuando abrimos un grifo de agua caliente. Cuentan con una válvula controlada por un termostato, de forma que, mientras el agua llega fría, es devuelta al circuito; pero cuando ya llega caliente, empieza a salir por el grifo o el rociador.
Opción uno: el truco del cubo. Si el tiempo de espera no es elevado, podemos recoger el agua fría en un cubo y emplearla luego, por ejemplo, para regar las plantas. Ventajas de esta solución: es sencilla y es barata. Inconvenientes: si el agua caliente tarda mucho en llegar, un cubo no nos permitirá recoger todo el agua fría disponible. Y si tenemos pocas plantas (o no requieren mucho riego) deberemos pensar en un uso alternativo para el agua recogida.
Opción dos: instalar una bomba de recirculación. Estas bombas hacen circular el agua caliente de forma continua, enviando el agua que se ha enfriado de regreso al calentador por el circuito del agua fría. La principal ventaja de estos aparatos es que, al abrir el grifo, el agua sale caliente de forma prácticamente instantánea porque, mientras la bomba está encendida, el agua siempre permanece caliente en la tubería. En el capítulo de inconvenientes hay que destacar que la circulación continua de agua caliente por el circuito aumenta las pérdidas de calor, lo que obligará a nuestra caldera a consumir más. Para reducir el gasto energético algunos optan por encender la bomba unos minutos antes de la ducha y apagarla después.
Opción tres: sistemas de recirculación electrónica. Estos aparatos no mantienen el agua circulando permanente sino que se activan únicamente cuando abrimos un grifo de agua caliente. Cuentan con una válvula controlada por un termostato, de forma que, mientras el agua llega fría, es devuelta al circuito; pero cuando ya llega caliente, empieza a salir por el grifo o el rociador.
Como sólo funcionan cuando se demanda agua caliente, activándose de forma automática, no hay que estar pendiente de encenderlos o apagarlos. Por otra parte, son compatibles con todo tipo de calderas y su instalación es muy sencilla. Si no hay un uso frecuente de agua caliente, el agua se irá enfriando en el circuito sin ser “recalentada y recirculada”. Por eso, las pérdidas de calor son menores. A cambio, se mantiene el tiempo de espera hasta que llega el agua caliente. Y el precio es mayor.
Estos aparatos se instalan en el punto más alejado de la caldera, habitualmente, debajo de un lavabo o fregadero (ver imagen).
Dispositivo de la marca
AquaReturn instalado debajo de un lavabo.
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Desde una perspectiva ambiental, los sistemas de recirculación electrónica son preferibles, ya que conllevan menores pérdidas de calor y menores tiempos de funcionamiento de la bomba, lo que repercute en un menor consumo energético.
En cualquier caso, hay que tener presente que, cuanto más lejos esté tu calentador de agua de los puntos de uso, mayor será el tramo de tubería que deberá recorrer el agua caliente, con las consiguientes pérdidas de calor. Conclusión: cuanto más cerca esté la caldera de los puntos de uso habitual del agua… ¡mejor!
Si ya es tarde para decidir sobre la localización de la caldera, contamos con varias opciones… Elige la que se adapte mejor a tus circunstancias.
NOTAS
(1) AquaReturn ofrece en su web una calculadora que permite estimar la cantidad de agua ahorrada al año, en función del número de personas que comparten el hogar y el tiempo medio de espera para la obtención del agua caliente.
Si ya es tarde para decidir sobre la localización de la caldera, contamos con varias opciones… Elige la que se adapte mejor a tus circunstancias.
NOTAS
(1) AquaReturn ofrece en su web una calculadora que permite estimar la cantidad de agua ahorrada al año, en función del número de personas que comparten el hogar y el tiempo medio de espera para la obtención del agua caliente.
Buenos días: Yo quería comentar que los sistemas de recirculación que describís en los puntos 1 y 2, necesitan que desde el origen, la vivienda disponga de una tercera tubería para devolver al agua aun no caliente a la caldera.
ResponderEliminarSi tu casa es de las convencionales con una tuberia para el agua caliente y otra para el agua fría.....o haces rozas por toda la casa para llevar una nueva tubería desde cada grifo hasta la caldera o compras ese dispositivo Aquareturn y lo colocan bajo el lavabo en 5 minutos y resuelves el problema.
Hola, voy a añadir un consejo para aprovechar el agua que recogemos en un cubo en la ducha hasta que sale caliente: los que vivimos en piso o tenemos pocas plantas, podemos utilizar ese agua como sustituto de la cisterna en el váter. De esta manera puede aprovecharse también el agua que se utiliza para lavar la fruta y la verdura (se recoge con un pequeño barreño al lavarla y se echa al cubo, y cuando está lleno, al váter después de usarlo), y también puede aprovecharse así el agua que se utiliza para fregar el suelo. De esta manera damos un segundo uso al agua y se ahorra bastante evitando tirar de la cisterna cada vez que hagamos un pis. Solo cuesta un poquito acostumbrarse, pero luego el ahorro es muy evidente.
ResponderEliminarÁnimo con el blog.
HOLA ME PARECE INTERESANTE EL TEMA DEL AGUA CALIENTE SOBRE TODO EL TERCER CONSEJO PERO NO ENCUENTRO NINGUN SITIO DONDE ME PROPORCIONEN EL DICHO APARATO Y PRECIO PARA SABER POR DONDE BA EL TEMA Y SI ES FACTIBLE ECONOMICAMENTE NO SEA QUE BALGA MAS EL COLLAR QUE EL PERRO GRACIAS ESPERO SU RESPUESTA GRACIAS
ResponderEliminarVicen, en esta página encontrarás la respuesta: http://www.aquareturn.com/store/es/
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