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lunes, 24 de noviembre de 2014

Termografías: las fugas de calor de nuestra vivienda al desnudo

¿Tienes la sospecha de que tu vivienda pierde demasiado calor y no sabes por dónde? Quizá te merezca la pena encargar unas imágenes termográficas…

En la época invernal, debido al gradiente de temperaturas existente entre el interior y el exterior de las viviendas, se produce un flujo de calor desde los espacios que tienen mayor temperatura, (el interior de la vivienda), hacia los lugares donde ésta es menor (el exterior). Las cámaras termográficas permiten reconocer la temperatura de los objetos fotografiados. Por eso pueden servirnos para identificar las zonas en las que hay pérdidas de calor, que aparecerán con temperaturas más elevadas en las imágenes.

De esta forma la termografía permite localizar fugas de aire caliente, detectar fallos en el aislamiento y zonas en las que se producen “puentes térmicos”.

La cámara termográfica convierte la radiación infrarroja (calor), invisible al ojo humano, en una imagen del elemento fotografiado en la que se muestra su temperatura. En esta imagen puede apreciarse una zona caliente entre el enlosado y los muros exteriores de una vivienda, que delata la existencia de un puente térmico en esa zona.  Fuente: blog Maison Ecologique 
No obstante, a la hora de interpretar una termografía hay que tener en cuenta que el calor emitido por un elemento de la fachada no siempre se debe a pérdidas del calor procedente del interior de la vivienda. Por ejemplo, los elementos metálicos pueden emitir bastante calor al ser iluminados por el sol. Algunos elementos de colores oscuros también pueden emitir más calor que otros claros, sin que estos suponga necesariamente que haya más pérdidas a través de los primeros.

En este sentido, la interpretación de las imágenes termográficas requiere una cierta formación, aunque, con algo de asesoramiento, no resulta especialmente complicada.

Para que las imágenes termográficas nos proporcionen una información fiable sobre las fugas de calor en nuestra vivienda, es preciso cuidar las condiciones en las que se realizan las tomas. Si consigues que alguien te preste una cámara termográfica o encargas las imágenes, he aquí algunas recomendaciones que deberías considerar:
  • La diferencia de temperaturas entre el interior y el exterior de la vivienda debe ser, como mínimo, de 10ºC. Por tanto, debemos elegir un día frío para captar las imágenes.
  • Es conveniente encender la calefacción unas horas antes iniciar las tomas, para que, cuando se obtengan las imágenes, la temperatura interior sea la habitual de la vivienda cuando está en uso.
  • Todas las ventanas deben permanecer cerradas desde 3-4 horas antes de la toma de las imágenes.
  • Hay que evitar que el sol directo incida sobre las zonas fotografiadas.
  • No deben tomarse las imágenes en días de niebla; tampoco debe haber nieve o escarcha en las zonas a fotografiar.
  • En las dos horas previas a la toma de imágenes no debería haber llovido.
  • La velocidad del viento debe ser inferior a los 10 km/h.
Contando con imágenes termográficas, es más fácil identificar las medidas más eficaces para mejorar el aislamiento de nuestra vivienda. En todo caso, antes de hacer una inversión importante, merece la pena recurrir al asesoramiento de expertos en eficiencia y rehabilitación de edificios.

Un ejemplo práctico: termografías en un edificio de viviendas del del barrio de San José (Segovia) 

La Fundación “La Casa que Ahorra” realizó reportajes termográficos en un edificio de viviendas del barrio de San José (Segovia) antes y después de su rehabilitación. En el primer reportaje se apreciaron, por ejemplo, puentes térmicos en ventanas y en frentes del forjado (ver imagen). El estudio termográfico realizado tras la finalización de los trabajos de rehabilitación permitió comprobar que los puentes térmicos encontrados inicialmente habían desaparecido casi por completo y ya no se detectaban fugas energéticas a través de frentes de forjado o carpinterías.

Imagen termográfica de una fachada ciega en un edificio de viviendas del barrio de San José (Segovia). Antes de la rehabilitación del edificio, construido en los años sesenta, se producían importantes pérdidas de calor por los cantos de los forjados. Fuente: Fundación “La Casa que Ahorra”
En el primer reportaje se midieron diferencias térmicas de 7 - 8 °C entre unas zonas y otras de la fachada ciega. Tras la rehabilitación la diferencia entre las zonas más frías y las más calientes era apenas de 0,5 ºC. También se vieron subsanados problemas de infiltraciones de aire, ya que se instalaron dobles ventanas. En el primer análisis también se pudieron localizar, a simple vista, pérdidas directas del calor emitido por los radiadores de calefacción (ver imagen).

Imagen termográfica en la que se aprecian las pérdidas del calor procedente de unos radiadores situados debajo de las ventanas de la vivienda. Fuente: Fundación “La Casa que Ahorra” 

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