"Antes de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu casa". (Proverbio chino)


Hogares verdes es una iniciativa dirigida a personas preocupadas por el impacto ambiental y social de sus decisiones y hábitos cotidianos que promueve el autocontrol en el consumo doméstico de agua y energía, propone medidas y comportamientos ahorradores y fomenta una compra más ética y más ecológica



martes, 4 de marzo de 2014

¿A qué temperatura regulo el agua caliente?

Caldera con mandos para la regulación independiente de
la temperatura del agua caliente sanitaria y la calefacción
Si tienes una caldera destinada únicamente a la producción de agua caliente sanitaria o una que permite fijar de forma independiente la temperatura del agua caliente y el agua para la calefacción, tienes una oportunidad para ahorrar energía de forma sencilla: ajustar la temperatura a la que se calienta el agua.

En muchos hogares las calderas producen agua sanitaria excesivamente caliente, lo que nos obliga a mezclarla con agua fría para no quemarnos. A nada que lo pensemos, no es lógico calentar el agua hasta los 55 ó 60ºC si la vamos a usar para el aseo personal, a 30 ó 35ºC. 

¿Cómo hacerlo?

Una vez sale de la caldera, en su camino hasta nuestros grifos, el agua sufre unas pérdidas de calor que pueden ser diversas, dependiendo de la distancia recorrida o de la calidad del aislamiento del circuito de agua caliente. Por eso, para ajustar la temperatura del agua a nuestras necesidades, lo más práctico es ir rebajando la temperatura en la caldera y utilizar el agua caliente (sin mezclar) en los puntos de consumo, hasta que encontremos el punto ideal.

Es necesario que la temperatura de servicio contente a todos los miembros del hogar y, por eso, el ejercicio de tanteo no debería ser realizado sólo por el más concienciado y sacrificado... ni por el menos friolero. 

¿Cuáles son las ventajas de ajustar mejor la temperatura?

La Guía Práctica sobre instalaciones individuales de calefacción y agua caliente sanitaria, publicada por el IDAE, enumera algunas ventajas de usar agua caliente “sin mezclar” en nuestros hogares:
  • Cuando utilizamos agua caliente, no mezclada con fría, sufriremos menos vaivenes en la temperatura del agua al influir menos las aperturas momentáneas de otros grifos (tanto de agua fría o caliente). 
  • La caldera usará menos potencia para calentar el agua, lo que reduce el gasto de energía. 
  • La vida de la caldera se alarga, reduciendo calcificaciones de componentes. 
Para finalizar, advertir que estos consejos no son aplicables a las viviendas en las que el agua caliente se produce mediante termo eléctrico, ya que, salvo que el termo sea muy grande y el número de miembros del hogar muy pequeño, usar el agua sin mezclar seguramente conllevará que ésta se agote demasiado pronto.

3 comentarios:

  1. Buenos consejos para ahorrar en costes y aún más importante proteger el medio que nos rodea y que nos da la vida. ¡Viva la naturaleza!

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  2. I como nos protegemos de la legionela a menos de 60°?

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  3. Anónimo12:40 p. m.

    Hablar de la salmonelosis no estaría mal para que quien te lea pueda fijar el criterio con todos los datos, es el motivo principal de que se use cierta temperatura al menos de manera puntual, y no solamente la pérdida de calor en la distribución.

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