De acuerdo con las estimaciones realizadas, los cambios de comportamiento en los ámbitos de la vivienda, la alimentación y la movilidad podrían contribuir sustancialmente a la mitigación del cambio climático, dando lugar a reducciones significativas en las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea.
El trabajo resulta especialmente interesante porque, habitualmente, a la hora de estimar potencialidades para reducir emisiones, la atención se centra en la implantación de nuevas tecnologías, dedicándose muy poca atención a las posibilidades que ofrecen los cambios de comportamiento.
En este post resumiremos el análisis realizado para tres cambios relacionados con la calefacción y la aireación de las viviendas.
Reducir la temperatura en la vivienda
De acuerdo con el estudio, la reducción de la temperatura de calefacción en un grado permitiría recortar el consumo energético destinado a este fin para el conjunto de la UE en torno a un 9% (11% para el caso de España).
Los autores identifican una serie de barreras no-comportamentales que obstaculizan este cambio. Quizá la más significativa es la existencia de hogares que no cuentan con medios para regular adecuadamente la temperatura aportada por los sistemas de calefacción. También citan el hecho de que hay personas con necesidades especiales de temperatura, por ejemplo, por motivos médicos. Además, hay viviendas en las que la medida no sería de aplicación porque no destinan prácticamente energía a la calefacción (por ejemplo, las denominadas “Casas pasivas” o “Passive Houses”).
Considerando estas y otras limitaciones, el estudio estima que, para una reducción de 1ºC, la reducción teórica de emisiones sería de 38 Mt de CO2, pero el “máximo ahorro realista” sería de 22 Mt. Si la reducción fuese de 2ºC esta cifra aumentaría hasta 45 Mt (*).
(*) 1 Mt = 1 millón de toneladas
Optimizar la programación de las temperaturas
En muchos hogares esta regulación por horarios se hace de forma manual (por ejemplo, apagando la calefacción durante la noche), aunque así resulta más difícil lograr la temperatura justa a la hora deseada y es más probable que se produzcan gastos innecesarios debido a olvidos o despistes.
Diversos estudios empíricos indican que una adecuada programación de la calefacción en tramos horarios permite una reducción del consumo de hasta un 10%, pero el estudio elaborado para la Comisión Europea considera que el ahorro medio por este concepto podría ser del 5%.
Tras analizar una serie de limitaciones a la aplicación de la medida, el trabajo estima que el “máximo ahorro realista” sería de 11 Mt.
Optimizar la ventilación de la vivienda
Los expertos consideran que la mejor manera de ventilar una vivienda es abrir bien las ventanas de las estancias durante un periodo corto de tiempo. Por el contrario, una ventilación intermitente, hecha con las ventanas entreabiertas, dilatada en el tiempo, provoca unas mayores pérdidas energéticas.
En general, se recomienda ventilar toda la vivienda a la vez, abriendo todas las puertas que se interponen entre las diferentes estancias. Si se abren ventanas opuestas, lo que permite una aireación máxima, puede ser suficiente con un minuto y medio. Obviamente, los radiadores deben estar apagados durante la ventilación.
Una buena ventilación de nuestra vivienda es una medida complementaria importante si decidimos reducir la temperatura de las estancias, ya que una menor temperatura tiende a incrementar la humedad del aire, lo que puede producir hongos si no se ventila adecuadamente.
En resumen, para temas relativos a la
calefacción y aireación, el estudio estima así la potencial reducción de
emisiones para el conjunto de la UE:
- Por disminución de temperatura: 22 Mt CO2 (si la reducción es de 1ºC) y 45 Mt (si la reducción es de 2ºC)
- Por programación de temperaturas en franjas horarias: 11 Mt CO2
- Por mejora de la ventilación de la vivienda: 43 Mt CO2
- Por aplicación de los tres cambios: 76 - 99 Mt
Dado que las emisiones totales de CO2 en el ámbito de la vivienda en el conjunto de la UE se estiman en 425 Mt CO2 el potencial teórico de reducción de emisiones sería del 18% (para la opción -2ºC).
Por último, destacar que el estudio identifica a los déficits como “la falta de sensibilidad o conocimientos” como el principal obstáculo para el ahorro de energía en el sector doméstico en Europa.
Acceso a los informes originales que componen el estudio "Behavioural Climate Change Mitigation Options"
Debemos educar para evitar dañar el planeta, hace un par de años se hablaba mucho sobre ello hoy en día ya no se escucha nada, creo que la crisis ha desviado la atención de muchos problemas importantes como es este haciendo que la gente no este tan comprometida como antes.
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