1. Antes de comprar un producto de limpieza empieza por preguntarte: ¿realmente lo necesito?
2. Antes de usar por vez primera un producto lee atentamente la etiqueta.
3. Usa siempre la mínima cantidad de producto. Más dosis no es sinónimo de más limpieza.
4. No mezcles productos de limpieza (por ejemplo, lejía y amoníaco o lejía y desinfectante para WC); puedes correr riesgos de intoxicación.
5. Siempre que puedas, utiliza recetas naturales: son menos agresivas y menos tóxicas. Con agua, vinagre y jabón suave se limpia perfectamente toda la casa. El esparto sigue siendo un buen estropajo. Si la suciedad está incrustada o necesitamos rascar, podemos utilizar zumo de limón o bicarbonato.
6. Recuerda que en el mercado puedes encontrar bayetas que limpian solo con agua o detergentes que no dañan el medio ambiente ni en los procesos de fabricación ni en su uso. Si aumenta la demanda de estos productos, cada vez será más fácil encontrarlos en las estanterías de los comercios.
7. Recuerda que no es más limpio quien más limpia, sino quien menos ensucia... Es más eco-lógico limpiar la casa regularmente que utilizar de cuando en cuando un arsenal de productos agresivos que afectan a nuestra salud y contaminan el medio ambiente.
El mejor consejo de limpieza de todos, el 7. Cuanta razón!
ResponderEliminar