El
calor que se genera durante el lavado de los platos sucios puede utilizarse
para cocinar. Basta con introducir los ingredientes en un tarro de cristal
herméticamente cerrado y depositarlo en el lavavajillas como si fuera un
cacharro más.
Lisa
Casali, monitora ambiental, aficionada a la cocina y autora del libro Cucinare
in lavastoviglie (ediciones Gribaudo, 2011), lo resume así: “las temperaturas en el
interior del electrodoméstico, constantes y no demasiado elevadas, permiten un
perfecto cocinado a baja temperatura, similar a la que practican los chefs
profesionales: ideal para resaltar los sabores de la comida. Cocinar en el lavavajillas
es ecológico, porque no utilizamos más energía que la necesaria para el lavado.
Y es seguro, porque los análisis químicos han demostrado que los alimentos no
resultan contaminados por los detergentes; y fácil, porque pueden utilizarse
recipientes que hay en todas las casas”.
El
que escribe esto, ha participado en un primer experimento culinario con lavavajillas
el pasado fin de semana (gracias a mis amigos Santiago y Marieta, que me han
introducido en los secretos de esta técnica culinaria) y os confirmo que el
invento funciona, aunque es pronto para valorar sus virtudes, tanto en el campo
del ahorro energético como en el de la gastronomía…
Algunas constataciones iniciales: cocinando en el lavavajillas la cocina
se mantiene limpia y sin olores y podemos tener la absoluta certeza de que la comida no se
quemará… En cuanto a las limitaciones, es obvio que el lavavajillas no es una buena alternativa
para alimentos que requieran un cocinado largo o intenso… ¡para un cocido hay
que seguir usando la tradicional olla a presión!
Os
dejo mi primera receta de cocina con lavavajillas: filetes de pollo “al tarro”.
Ingredientes:
media pechuga de pollo en filetes (no muy finos), una manzana reineta, una
ramita de tomillo, sal, pimienta.El pollo, con sal, pimienta y tomillo, se mete en un bote de cristal, que se cierra bien y se mete en el lavavajillas. Ponemos el programa “ECO” (lava a 50º y dura aproximadamente una hora). El pollo sale extraordinariamente tierno... y cocinado.
¿De
dónde sale la idea de cocinar utilizando un lavavajillas? Lo curioso es que la
propia Lisa Casali, en un post publicado en mayo de 2010 en su página www.ecocucina.org , cuenta que conoció
la idea a través de su amigo Alexandro, que, le contó que una amiga española,
Covadonga Toro, le había invitado a una cena enteramente preparada con el
lavavajillas. Así que, ya veis, después de todo, quizá la idea pueda
adjudicarse a la I+D española…
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