Se
acerca el verano y es un buen momento para replantearnos qué y cómo comemos.
Las vacaciones, con su ritmo más relajado y más tiempo para cocinar, unidas a la
tentadora oferta de frutas y verduras de temporada, deberían servirnos de
estímulo para cuidar especialmente la alimentación, reponer energías y
estimular la salud de nuestro cuerpo. Pero, por si nos faltaran motivaciones,
aquí aportamos una más.
Aunque
la idea de que la dieta mediterránea es muy saludable está en general asentada
entre la población desde finales de los años 70, a raíz de los primeros
estudios que relacionaban dieta y esperanza de vida, no ha sido hasta hace bien
poco cuando se ha venido a demostrar la influencia de este tipo de alimentación
en la salud a través de estudios sistemáticos, de largo plazo, sobre muestras
significativas de población.
Por
ejemplo, el estudio PREDIMED (PREvención con DIetaMEDiterránea), que se
extendió desde 2003 hasta 2008, vino a demostrar que la dieta mediterránea,
suplementada con frutos secos y aceite de oliva virgen extra, es la que mejor
cuida nuestra salud cardiovascular.
Efectivamente,
seguir la dieta mediterránea, enriquecida con 30 gramos diarios de frutos secos
y con un consumo también diario de 50 gramos de aceite de oliva virgen extra,
es capaz de reducir en un 30% el riesgo de infarto de miocardio y en un 49% la
posibilidad de sufrir un ictus o accidente cerebrovascular, según mostró el
estudio “Efectos de la dieta mediterránea en la
prevención primaria de la enfermedad cardiovascular” (PREDIMED), publicado en la revista
'New England Journal of Medicine' en 2013.
Evaluar la eficacia de dos dietas
mediterráneas
El estudio tenía por objetivo evaluar
la eficacia de dos modalidades de dieta mediterránea (una suplementada con
aceite de oliva virgen extra y otra con frutos secos), en comparación con una
dieta control (baja en grasas), y comparar la eficacia de cada una de las tres
en la prevención cardiovascular primaria.
Participaron
7.447 voluntarios, hombres de entre 55 y 80 años y mujeres de entre 60 y 80
años, que fueran diabéticos o que cumplieran tres de los siguientes requisitos:
- Ser fumador
- Tener la tensión alta
- Tener alteraciones en el colesterol
- Ser obeso o tener sobrepeso
- Tener antecedentes familiares de enfermedad cardiaca precoz
EFE/Elvira Urquijo A.
Los
participantes en los dos grupos de dieta mediterránea aumentaron significativamente su consumo
semanal de pescado (en 0,3 porciones) y de verduras y legumbres (en 0,4
porciones) en
comparación con los del grupo control (dieta baja en grasas).
Además,
los participantes asignados a una dieta mediterránea con aceite extra virgen de
oliva y los asignados a una dieta mediterránea con frutos secos aumentaron significativamente su consumo de
aceite extra virgen de oliva y de nueces respectivamente.
La
dieta mediterránea complementada con frutos secos y aceite de oliva virgen
extra reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares
Tras
casi cinco años de seguimiento, se observó que una dieta de tipo mediterráneo
suplementada con aceite de oliva virgen o frutos secos (nueces, almendras y
avellanas) reduce significativamente la incidencia de enfermedades
cardiovasculares (muerte de causa vascular, infarto de miocardio y accidente
vascular cerebral) en individuos asintomáticos con alto riesgo de enfermedad
cardiovascular, en comparación con los efectos de una dieta baja en todo tipo
de grasa, que es la recomendación dietética habitual en la práctica clínica
para las personas de alto riesgo.
Aparte
de ello, se observó entre los participantes de los grupos de dieta mediterránea
una disminución de su índice de masa corporal y del perímetro de la cintura.
Un paso más hacia la excelencia: dieta
mediterránea con ejercicio físico
Actualmente
se está realizando otro estudio, Predimed Plus, para complementar los resultados del
primero.
El
objetivo de Predimed Plus es la
prevención de enfermedades cardiovasculares mediante el consumo de una dieta
mediterránea pero hipocalórica, unida a la práctica de ejercicio diario y con
metas de pérdida de peso controladas por terapia conductual.
En
este ensayo participan 6.000 personas reclutadas desde finales de 2013 y hasta
finales de 2016, en un total de 23 centros y hospitales de España
Los voluntarios
(mujeres de 55 a 70 años y hombres de 60 a 75) tienen sobrepeso y obesidad,
además de padecer alguno de los siguientes factores de riesgo cardiovascular:
hipertensión arterial, colesterol HDL (bueno) bajo, triglicéridos alto y
glucosa alta.
Predimed Plus se
convierte así en uno de los grandes retos de la investigación en nuestro país
cuyos resultados definitivos no se prevén hasta 2020.
La
metodología del ensayo consiste en comparar a dos grupos:
- Grupo control sometido a una dieta mediterránea sin restricción calórica, complementada con aceite de oliva virgen extra y frutos secos, la del estudio Predimed.
- Grupo de intervención intensiva con dieta mediterránea con una restricción calórica del 30%. Pero además conlleva actividad física (unos 45 minutos al día) y objetivos de pérdida de peso que incluye terapia conductual.
La dieta
mediterránea en una imagen
Aceite de oliva: La principal fuente de grasa de la dieta mediterránea. Preferiblemente virgen extra.
Verduras y frutas: Deber estar presentes en la mayor parte de las comidas. Ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes, etc.
Frutos secos, legumbres y semillas: Ricos en proteínas, grasas saludables y fibra.
Hierbas y especias: Ayudan a dar sabor a la comida reduciendo así la sal y la grasa al cocinar. Ricas en antioxidantes.
Pescados y mariscos: Ricos en proteína. Mejor que no se frían. El pescado azul es importante por su contenido en grasa omega 3.
Queso y yogurt: Comer en moderadas ocasiones. El calcio es bueno para los huesos y el corazón.
Huevos: Su uso debe ser moderado. Ricos en proteína de alta calidad.
Carne: Su consumo debe ser muy ocasional.
Vino: Puede ser beneficioso si se toma con moderación. Una copa al día es suficiente. No más.
Agua y ejercicio: Beber mucha agua y hacer ejercicio es esencial para mantener una vida saludable.
La buena compañía: Alimentarse debe ser un acto social.
Y, para terminar, si te
animas a iniciar una dieta saludable este verano, aquí tienes el Libro Predimed de Recetas de dieta
mediterránea