Cuando nos invaden las bajas temperaturas propias del invierno, apetece estar en casa disfrutando de un buen libro, un café y buena música, pero sobre todo calentito. Y para que el “calor de hogar” no se escape nada como un buen aislamiento. La calidad de los muros, los techos y los suelos es clave… pero los elementos decorativos también pueden ayudarnos.
Las cortinas y las persianas, no sólo adornan nuestras ventanas, sino que también son un buen aislante para nuestro hogar. El gran número de colores, tamaños, tejidos y grosores existentes en el mercado, convierten a las cortinas en un elemento decorativo con mucho juego, en combinación con un buen cristal de la ventana es uno de los puntos clave para evitar que pase el frío.
Algunos materiales aislantes como el corcho, pueden resultar muy decorativos, además de ofrecernos un buen aislamiento tanto térmico como acústico. El corcho es fácil de aplicar y combina con casi todo. Se puede utilizar para revestir paredes, techos o interiores de armarios. Hay quienes aprovechan la gran versatilidad de este material para aislar una pared o un espacio concreto, utilizándolo a su vez cómo tablón de anuncios. Un material ideal, ya que, no genera carga estática y es resistente al fuego, lo cual lo convierte en uno de los materiales más seguros para nuestro hogar.
¿Has pensado que una estantería llena de libros puede servirte para algo más que para disfrutar del placer de la lectura? El papel es un aislante ideal. Así que si tienes paredes que dan al exterior, puedes aprovechar y redistribuir tu biblioteca personal y a la vez ofrecer a tu casa una mayor protección contra el frío de la calle.
También debemos contar con las alfombras. Nos ayudan a proteger nuestros pies del frío suelo y a la vez a conservar el calor. El suelo es el elemento constructivo que mayor pérdida energética posee. En invierno, está a una temperatura media de 10 ó 12 grados, mientras que en verano asciende a 14 ó 16. Una novedad en éste terreno, son las alfombras que contienen fibras naturales de bambú o de coco. Resultan un buen aislante y son aconsejables para personas con alergia al polvo, ya que, poseen cualidades hipoalergénicas. Eso sí, debes fijarte en su origen y procedencia. El bambú como material, se ha convertido en una buena alternativa a la madera, ofreciendo una inmensa variedad de uso en revestimientos de paredes y techos, suelos, ventanas, puertas y muebles. Ten en cuenta que si tienes suelo radiante, es mejor no colocar obstáculos que impidan que el calor se distribuya eficazmente.
No te olvides de jugar con los colores ¿Has notado alguna vez más calor de la cuenta vistiendo una blusa negra bajo la luz del sol? Los colores y la temperatura están relacionados: cuanto más oscuro es un objeto, más calor absorbe. El negro capta el 98% del calor que le llega, seguido del gris (90%) y verde oscuro (79%). Por supuesto, esta premisa también se aplica en el hogar. Esto es debido a que los colores blancos o claros absorben el sol, pero devuelven el espectro de luz, de manera que filtran poca energía. Hacerse con un silloncito oscuro para las hostiles tardes de invierno no es mala idea.
¿Y qué mejor y más decorativo que una buena manta sobre el brazo del sofá? También puedes ayudarte de pequeños accesorios para contribuir a mantener el calor en casa, cómo las fundas para sofás y cojines o las mantas. Todo esto, combinado con una buena taza de café o de té, convertirá a tu hogar en tu lugar preferido éste invierno.
"Antes de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu casa". (Proverbio chino)
Hogares verdes es una iniciativa dirigida a personas preocupadas por el impacto ambiental y social de sus decisiones y hábitos cotidianos que promueve el autocontrol en el consumo doméstico de agua y energía, propone medidas y comportamientos ahorradores y fomenta una compra más ética y más ecológica
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Muy buenas ideas, además para aislar térmicamente también se pueden emplear tapices en paredes. Las mantas en el sofá además son un gustazo, por el calor y por la comodidad.
ResponderEliminarSaludos