Diseñado por el arquitecto Iñaki Urkia Lus, su principal seña de identidad es su construcción con balas de paja y con criterios de construcción bioclimática pasiva. La cual procura con muy pocos medios técnicos el ahorro y la eficiencia energética, a base de medidas como la orientación correcta, el fuerte aislamiento y un aporte mínimo de energía exterior para el calentamiento, ya que será calentado fundamentalmente por el sol. Además cuenta con tres instalaciones de energías renovables: biomasa, solar fotovoltaica y eólica.
Elementos constructivos
Perfectamente orientada al sur, sus muros de paja constituyen el muro exterior y por lo tanto la piel del edificio. Es la envolvente térmica que le da un aislamiento extraordinario y un comportamiento térmico muy bueno. En la parte interior tiene un tambor o muro de ladrillo de doble pared con cámara que sirve de masa térmica. Entre el aislamiento exterior y la masa térmica interior el edificio necesita muy poco calentamiento, muy poco aporte de energía para climatizarlo.
La estructura del tejado de madera, es de apoyo recíproco, es decir, no tiene un pilar central sino que las vigas que forman el tejado se apoyan unas sobre otras formando un lucernario, que permite la entrada de luz cenital.
La cubierta del edificio lleva una capa inferior de paja y sobre ésta una cubierta verde. Una cubierta plantada con diferentes especies vegetales que a la vez que supone un importante aislamiento por la capa de tierra que lleva, mejora el comportamiento térmico del edificio y crea una ornamentación que va a integrar más si cabe el edificio en el Parque de los Sentidos. Lugar donde se ubica el edificio y zona verde emblemática en Noáin.
La carpintería tanto exterior como interior es de madera y los suelos del edificio están hechos con la tierra extraída en la excavación del terreno compactada con un poco de arena y posteriormente impermeabilizada con aceite de linaza.
Cabe destacar que en la construcción de este edificio han participado vecinos y vecinas del municipio a través de una jornada de voluntariado ambiental.
Consumos energéticos
Lorenea es un edificio en torno al sol. Gracias a él se calienta de forma pasiva en los días soleados de invierno, y cuando falta también interviene de forma indirecta, ya que entonces se pone en marcha la estufa a base de la propia madera que obtiene el servicio de jardinería municipal en su trabajo diario. En verano, debido a la posición del sol y a los aleros perfectamente calculados en el edificio, el sol no entra en el invernadero, por lo que la temperatura en el interior del mismo se mantiene muy fresca. Esto lo convierte en un edificio cero en emisiones de CO2 de fuentes fósiles para su climatización.
Por otro lado parte de su consumo en energía eléctrica viene aportado por tres módulos fotovoltaicos de 165 wp cada uno y un aerogenerador de 600 w conectados a 12 baterías.
En la construcción de este edificio que albergará la oficina municipal de cambio climático entre otros servicios, se ha tenido muy en cuenta las emisiones de CO2 que se han generado en el proceso, procurando mitigarlas al máximo. A su vez se ha intentado que el edificio sea en sí mismo un sumidero de CO2 con los materiales de construcción, la paja y la madera, lo que ha producido un balance final de 15 toneladas de CO2 absorbidos en su construcción, algo inaudito porque lo común en la construcción de un edificio es la de emitir dióxido de carbono en su construcción.
Monika Usanos. Area de Jardinería y Agenda 21.
Oficina Municipal de Cambio Climático, Ayuntamiento de Noáin - Navarra
Monika Usanos. Area de Jardinería y Agenda 21.
Oficina Municipal de Cambio Climático, Ayuntamiento de Noáin - Navarra
Es una muy buena idea, no solo para países desarrollados, sino para los países subdesarrollados.
ResponderEliminarQue original y creativo el diseño y la arquitectura, me parece genial que esta construcción se preocupe de tanto de la infraestructura como del cuidado del medio ambiente, saludos
ResponderEliminarExcelente idea de construcción y muy creativo el diseño.
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