"Antes de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu casa". (Proverbio chino)


Hogares verdes es una iniciativa dirigida a personas preocupadas por el impacto ambiental y social de sus decisiones y hábitos cotidianos que promueve el autocontrol en el consumo doméstico de agua y energía, propone medidas y comportamientos ahorradores y fomenta una compra más ética y más ecológica



martes, 15 de julio de 2014

Pobreza y eficiencia energética

En un momento en el que los países más ricos consumen grandes cantidades de energía y los países más pobres carecen de acceso a fuentes de energía modernas, hasta el punto de no poderse permitir ni cocinar alimentos o calentar sus hogares, ha tomado relevancia en los países ”desarrollados” el término "pobreza energética".

¿Cómo es posible que en países con elevados consumos de energía, parte de sus ciudadanos no puedan satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas o mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud (18 a 21 ºC en invierno y 25ºC en verano)?

Esta paradoja es consecuencia de la combinación de tres factores: los precios de la energía, las rentas familiares y la calidad de las viviendas. Por un lado, los precios de la energía (suministros de luz y de gas) se han incrementado de forma importante en los últimos años. Por otro lado, los efectos de la crisis han provocado un descenso progresivo de los ingresos (aumento del desempleo, congelación de salarios) y un aumento de las cargas familiares (impuestos, tasas, tributos), con el consecuente descenso de la capacidad de consumo de gran parte de los hogares españoles. Estos factores han tenido una incidencia mucho mayor en los hogares españoles debido a la deficiente calidad de gran parte del parque edificatorio español, tanto características relativas al aislamiento de esos edificios, como las relativas a la eficiencia energética de las instalaciones de generación de frío y calor.

Datos obtenidos a partir de fuentes estadísticas oficiales del INE y que se pueden consultar en profundidad en el estudio realizado por la Asociación de Ciencias Ambientales: “POBREZA ENERGÉTICA EN ESPAÑA. ANÁLISIS DE TENDENCIAS” proporcionan una estimación de la magnitud del problema en España concluyendo que, en 2012, último año con datos disponibles:
  • ü  7 millones de ciudadanos tienen dificultades para pagar las facturas de energía 
  • ü  Uno de cada tres hogares en paro sufre pobreza energética
  • ü  Murcia, Extremadura, Andalucía, Cataluña y Castilla-La Mancha son las Comunidades Autónomas más vulnerables a la pobreza energética
  • ü  España es el 4º país de la UE con más hogares incapaces de mantener una temperatura adecuada en sus hogares.
  • ü  Todos los indicadores analizados muestran un incremento de la vulnerabilidad energética en los hogares españoles desde el inicio de la crisis.

A esto se une que la pobreza energética tiene importantes consecuencias en el bienestar de los hogares como pueden ser: temperaturas de la vivienda inadecuadas, incidencias sobre la salud física y mental (incluyendo mortalidad prematura de ancianos: La pobreza energética podría estar causando más de 7.000 muertes prematuras al año), riesgo de endeudamiento y desconexión de suministro, degradación de los edificios, despilfarro de energía, emisiones de gases de efecto invernadero, etc.


Para la Asociación de Ciencias Ambientales, la solución a la pobreza energética debe abordarse desde diferentes ámbitos, partiendo de la definición de una estrategia estatal para prevenir y mitigar la pobreza energética que integre a las distintas administraciones competentes de la Administración General del Estado e introduzca orientaciones para una acción coordinada entre la administración central, autonómica y local en materia de prevención y mitigación de pobreza energética.  

El desarrollo de esta estrategia conlleva, entre otros, la redefinición del actual bono social, la involucración de todos los actores implicados y la puesta en marcha de un plan de rehabilitación energética que contemple la pobreza energética en su diseño y focalice los esfuerzos por proporcionar mecanismos de financiación en los hogares que se encuentran en esta situación. 

Estos caminos, necesarios para erradicar la pobreza energética a medio y largo plazo, quedan muchas veces lejos de la ciudadanía y tienen pocos efectos prácticos para mitigar las consecuencias de la pobreza energética en los hogares que ahora mismo se encuentran en esta situación o que por las circunstancias económicas pueden verse inmersos en esta desagradable situación a corto plazo, fundamentalmente por la incapacidad de estos hogares de abordar el gran desembolso económico que supone mejorar la eficiencia energética con medidas de aislamiento o mediante el cambio de instalaciones con equipos más eficientes.

Iniciativas como las impulsadas por el CENEAM como Hogares Verdes, que promueven la mejora de la eficiencia energética y permiten reducir los gastos destinados a suministros de un hogar con medidas sencillas y de bajo coste económico, pueden marcar una importante diferencia en estos hogares: por un lado, evitando que hogares más vulnerables entren en situación de pobreza energética y, por otro, minimizando los costes de las ayudas prestadas por, entre otros, las ONGs asistenciales, que apoyan a numerosos hogares que no pueden pagar los recibos de diversos suministros. Potenciar este tipo de programas, dotarles de financiación, ya sea procedente de fuentes públicas o privadas, e incrementar su alcance en la ciudadanía, permitiría paliar los efectos de la pobreza energética a corto plazo en un determinado sector de la población, a la par que contribuiría a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mitigando los efectos del cambio climático.

Luis Jiménez. Asociación de Ciencias Ambientales

1 comentario:

  1. Esperemos que con el tiempo seamos capaces de encontrar eficiencia así como llevar más energía a muchos de estos hogares que no cuentan con ella, muy bueno el post Ester

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