Por eso, a la hora de elegir los electrodomésticos es esencial conocer su consumo energético. Y para ello nos valemos de una herramienta informativa esencial: la etiqueta energética. Esta etiqueta debe ajustarse a un modelo común, definido por la Unión Europea, y es obligatoria para los principales electrodomésticos: frigoríficos, congeladores, lavadoras, lavavajillas, televisiones.
Gracias a la etiqueta energética podemos descubrir, por ejemplo, que hay modelos de frigoríficos que consumen el doble de energía que otros para enfriar el mismo volumen útil de nevera (ver post Frigoríficos que consumen poca energía). O que muchos electrodomésticos acaban “costando” más por el consumo de energía que hacen a lo largo de su vida útil que por el precio que pagamos por ellos cuando los adquirimos.
En definitiva, la etiqueta energética constituye una referencia imprescindible para elegir bien.
El problema es que no todos los vendedores cumplen con la obligación legal de mostrar adecuadamente la información relativa al consumo de energía. Esta es, al menos, la conclusión a la que ha llegado la campaña europea MarketWatch.
MarketWatch nace del esfuerzo compartido de 16 organizaciones europeas de consumidores y ambientalistas. El proyecto cuenta con el respaldo de la Unión Europea (Programa Energía Inteligente para Europa). La campaña se centra en comprobar si los fabricantes proporcionan información fiable sobre el consumo de los aparatos y si los vendedores la proporcionan a los potenciales compradores.
Entre finales de 2013 y principios de 2014, MarketWatch realizó un estudio en 111 tiendas online y 114 tiendas físicas en 11 países para comprobar este último aspecto. Resultado: mientras que el grado de cumplimiento en materia de información por parte de las tiendas físicas es bastante aceptable, en las tiendas “on line” la situación es preocupante. En el 62% de los productos analizados no se comunicaba, o se comunicaba de forma incorrecta, la información sobre el etiquetado energético. Y lo que es peor: este porcentaje aumenta hasta el 97% si se tienen en cuenta solo las tiendas online españolas. El problema más común fue que la información se mostraba sin ningún tipo de homogeneidad, lo que hacía muy difícil establecer comparaciones entre modelos.
El proyecto en España está desarrollado por Ecodes. Mónica Vidal, responsable del proyecto comenta: “
“los vendedores están mostrando cierta información sobre el rendimiento energético de los productos, el problema es que suele estar incompleta o es muy difícil comparar entre productos porque no se muestra de forma homogénea. Las tiendas físicas parecen estar haciéndolo mejor, con una media del 12% de productos sin etiquetado energético y 11% mal etiquetados (29% y 4 % respectivamente en las tiendas españolas analizadas), que supone una mejora respecto a otros estudios realizados recientemente. Televisores y equipos de aire acondicionado fueron los productos más problemáticos, a menudo porque los vendedores no colocaban la etiqueta energética, la modificaban o la ponían en el lugar incorrecto. Frigoríficos, lavavajillas y lavadoras fueron los electrodomésticos que en mayor porcentaje estaban etiquetados de forma correcta”.
En un futuro próximo MarketWatch ampliará su estudio a otras tiendas, realizando dos nuevas rondas de visitas.
Más información:
Gracias a la etiqueta energética podemos descubrir, por ejemplo, que hay modelos de frigoríficos que consumen el doble de energía que otros para enfriar el mismo volumen útil de nevera (ver post Frigoríficos que consumen poca energía). O que muchos electrodomésticos acaban “costando” más por el consumo de energía que hacen a lo largo de su vida útil que por el precio que pagamos por ellos cuando los adquirimos.
En definitiva, la etiqueta energética constituye una referencia imprescindible para elegir bien.
El problema es que no todos los vendedores cumplen con la obligación legal de mostrar adecuadamente la información relativa al consumo de energía. Esta es, al menos, la conclusión a la que ha llegado la campaña europea MarketWatch.
MarketWatch nace del esfuerzo compartido de 16 organizaciones europeas de consumidores y ambientalistas. El proyecto cuenta con el respaldo de la Unión Europea (Programa Energía Inteligente para Europa). La campaña se centra en comprobar si los fabricantes proporcionan información fiable sobre el consumo de los aparatos y si los vendedores la proporcionan a los potenciales compradores.
Entre finales de 2013 y principios de 2014, MarketWatch realizó un estudio en 111 tiendas online y 114 tiendas físicas en 11 países para comprobar este último aspecto. Resultado: mientras que el grado de cumplimiento en materia de información por parte de las tiendas físicas es bastante aceptable, en las tiendas “on line” la situación es preocupante. En el 62% de los productos analizados no se comunicaba, o se comunicaba de forma incorrecta, la información sobre el etiquetado energético. Y lo que es peor: este porcentaje aumenta hasta el 97% si se tienen en cuenta solo las tiendas online españolas. El problema más común fue que la información se mostraba sin ningún tipo de homogeneidad, lo que hacía muy difícil establecer comparaciones entre modelos.
El proyecto en España está desarrollado por Ecodes. Mónica Vidal, responsable del proyecto comenta: “
“los vendedores están mostrando cierta información sobre el rendimiento energético de los productos, el problema es que suele estar incompleta o es muy difícil comparar entre productos porque no se muestra de forma homogénea. Las tiendas físicas parecen estar haciéndolo mejor, con una media del 12% de productos sin etiquetado energético y 11% mal etiquetados (29% y 4 % respectivamente en las tiendas españolas analizadas), que supone una mejora respecto a otros estudios realizados recientemente. Televisores y equipos de aire acondicionado fueron los productos más problemáticos, a menudo porque los vendedores no colocaban la etiqueta energética, la modificaban o la ponían en el lugar incorrecto. Frigoríficos, lavavajillas y lavadoras fueron los electrodomésticos que en mayor porcentaje estaban etiquetados de forma correcta”.
En un futuro próximo MarketWatch ampliará su estudio a otras tiendas, realizando dos nuevas rondas de visitas.
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