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lunes, 19 de julio de 2010

Aprende a reciclar las cápsulas de las nuevas máquinas de café


Boletín Repsol.
Desde hace relativamente poco tiempo es posible tomarse un café cremoso y disfrutar de su aroma y sabor intenso en el salón de casa. Ese placer estaba antiguamente reservado a las cafeterías de toda la vida. Al recuerdo, de ese expreso o macchiato de aquel viaje a Italia. Disfrutar de esta agradable sensación es gracias a los actuales sistemas de cápsulas perfectamente selladas que ha puesto de moda una conocida marca de café. Sin embargo, una vez tomado el café, ¿sabes que hay que hacer con las cápsulas?
Las antiguas cafeteras han dado paso a los sistemas de monodosis o cápsulas. Este nuevo panorama obliga a plantearse algo tan importante como su reciclaje. En el caso de las cápsulas, éstas suelen ser de aluminio. Contrariamente al pensamiento general no se deben arrojar al contenedor amarillo por su contenido, el café, ya que se trata de un desecho orgánico. Asunto distinto es el aluminio, que sí debe ir junto a los envases.
Existen varios caminos para poder reciclar las cápsulas de las nuevas máquinas de café. La primero y más sencilla forma es completamente casera. Con un cuchillo se extrae la tapa de la cápsula, a la cual se le hace un orificio por la parte trasera. De esta forma, el café sale del recipiente sin problema alguno. Así, el poso se puede depositar en el contenedor orgánico y el recipiente en el destinado a envases.
Otra opción contemplable sería llevar las cápsulas a los puntos limpios, sin embargo, generalmente, este residuo no se encuentra catalogado todavía, lo que obliga a su separación. En el caso de algunas marcas existen zonas habilitadas para el reciclaje en sus boutiques o en cualquiera de los puntos de venta de sus máquinas. En estos establecimientos se recogen y acumulan para posteriormente ser trasladadas a una planta de compostaje.
Este reciclaje resulta muy beneficioso para el medio ambiente por el ahorro energético que supone. El café por ejemplo puede aprovecharse como abono natural al mezclarlo con otros residuos orgánicos para formar compost. Incluso para la calefacción doméstica, caso este último que representa una fuente de energía ecológica.
No menos importante es el aluminio, un material que se encuentra muy presente en el ámbito doméstico y que es muy rentable de reciclar, al poder hacerse indefinidamente sin que éste pierda su calidad. Sin embargo, en España, el reciclaje de este metal, el más utilizado en el mundo, es escaso al no existir la suficiente concienciación ciudadana.
Además de cumplir todas las normas de seguridad alimentaria, este material termorresistente es una barrera infranqueable frente a agentes externos como la humedad, microorganismos o rayos ultravioletas. Todo esto unido a que las cápsulas se encuentran libres de oxígeno, una pequeña cantidad deteriora el café, permite que éste conserve su frescura y aroma natural, así como su sabor auténtico. Razones suficientes para entender la gran expansión que ha tenido esta nueva forma de concebir el consumo doméstico de café. Sin embargo, por novedoso que sea, no se debe descuidar su reciclaje por el alto valor energético que supone poder reutilizar indefinidamente las cápsulas de aluminio.

1 comentario:

  1. Anónimo7:24 p. m.

    No, no aprendas a reciclar las capsulas. Sencillamente, no las utilices.

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