Un uso racional de la lavadora y la compra de un aparato eficiente son dos premisas básicas para mejorar la economía doméstica.
La lavadora es un electrodoméstico indispensable en cualquier hogar. Gracias a este aparato, la colada ha dejado de ser una labor pesada para convertirse en una tarea fácil realizada por una máquina. Sin embargo, la comodidad supone un gasto eléctrico y, por supuesto, de agua. En cifras, el consumo de la lavadora supone entre el 5 y el 10% de la factura de la luz. El mayor ahorro en una lavadora supone la elección del aparato en función de su clase energética. Un estudio del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) señala que si se sustituye una lavadora de clase energética E por otra más eficiente, de clase energética A, el ahorro a lo largo de los diez años de vida útil del aparato se consigue ahorrar más de 300 euros.
En este enlace además te damos 10 claves para hacer un mejor uso de tu lavadora.
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