Generar luz sin consumir energía eléctrica puede parecer una utopía, pero la biología tiene una respuesta a ese desafío a través de la bioluminiscencia. El truco está en aprovecharla de forma tal que se convierta en una alternativa viable y amigable con el medioambiente. Philips ha comenzado a explorar un concepto de bioluz basado en bacterias alimentadas con metano. Sus aplicaciones podrían alcanzar a muchos entornos de baja luz, desde cines y discotecas hasta sistemas de señalización y salidas de emergencia.
El líquido de aspecto lechoso en las «células» se convierte en fuente de luz . ABC.es Ciencia
Es fabuloso eso de buscar otras alternativas para evitar el consumo eléctrico excesivo.
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