"Antes de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu casa". (Proverbio chino)


Hogares verdes es una iniciativa dirigida a personas preocupadas por el impacto ambiental y social de sus decisiones y hábitos cotidianos que promueve el autocontrol en el consumo doméstico de agua y energía, propone medidas y comportamientos ahorradores y fomenta una compra más ética y más ecológica



miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Ahorramos energía si cambiamos nuestro coche por uno de bajo consumo?

Para limitar nuestras emisiones, a menudo es preferible conservar nuestro viejo coche en vez de comprar un moderno automóvil “verde”

Para valorar el comportamiento ambiental de nuestro automóvil solemos fijarnos en los datos de consumo y emisiones por kilómetro. Pero, en los últimos tiempos, los expertos están llamando nuestra atención sobre un hecho poco conocido: en el proceso de fabricación de un coche nuevo se producen unas emisiones de CO2 que pueden llegar a ser de una magnitud comparable a las que se generan como resultado de conducirlo (1).

Calcular la “huella de carbono” asociada a la fabricación de un automóvil resulta tremendamente complejo. Hay que seguir la pista a la huella asociada a los metales utilizados en su fabricación, por ejemplo. O a los neumáticos. O a los plásticos que se utilizan en algunas partes de la carrocería. Por no hablar de las emisiones asociadas al transporte de diferentes materias primas y piezas entre las diferentes instalaciones industriales.

Utilizando sistemas de cálculo simplificados, se estima que producir un coche de tamaño medio, de un coste aproximado de 24.000 € puede suponer unas emisiones de unas 17 toneladas de CO2 equivalente (equiparable a varios años de consumo de electricidad y gas en un hogar medio español).

La fabricación y transporte al concesionario de un Toyota Prius consume el equivalente a 3.785 litros de combustible. Esto significa que cuando el orgulloso comprador recoge su flamante coche nuevo del concesionario ya ha “consumido” una cantidad de combustible simiolar a la que empleará en conducirlo unos 74.000 kilómetros (2).

¿Cuándo es rentable energéticamente sustituir un vehículo por otro eficiente? O lo que es lo mismo: ¿cuándo llega el momento en el que el consumo extra de combustible respecto a las tecnologías más eficientes compensa la energía dedicada a la fabricación y reciclaje? Los ingenieros industriales Alfonso Aranda y Antonio Valero, del CIRCE (Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos) han elaborado la tabla siguiente para responder a esta pregunta (3). En ella puede apreciarse que los años que deben transcurrir para que el cambio compense dependen del número de kilómetros que hagamos al año y el tipo de vehículo (gasolina o gasoil).
De acuerdo con estas estimaciones, si realizamos, por ejemplo, unos 20.000 kilómetros al año, sólo merecerá la pena el cambio (desde el punto de vista del ahorro energético) cuando el coche alcance los 17-18 años de antigüedad.

La conclusión parece clara: al menos que realicemos una gran cantidad de kilómetros al año en coche o que tengamos un vehículo tremendamente consumidor, lo más lógico es conservar nuestro viejo coche durante tanto tiempo como sea posible. Y si deseamos cambiar de coche... merece la pena buscar uno de segunda mano que gaste poco.

(1) What's the carbon footprint of a new car? http://www.guardian.co.uk/environment/green-living-blog/2010/sep/23/carbon-footprint-new-car
(2) Go Green — Buy a Used Car. It’s Better Than a Hybrid. http://www.wired.com/autopia/2008/05/the-ultimate-pr/
(3) Alfonso Aranda y Antonio Valero (2010). Ahorro, eficiencia energética y ecoeficiencia. El Ecologista, 65: 18-21

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