El concepto de “fast fashion” o moda rápida, se refiere a un fenómeno de producción y consumo masivo que se incrementa a la misma velocidad a la que van cambiando las tendencias.
El tiempo de vida de cada prenda fabricada, es realmente corto. Según un estudio realizado por American Apparel y Footwear Associations en Estados Unidos un consumidor promedio adquiere aproximadamente ocho pares de zapatos y 68 prendas de ropa cada año, dando a cada una un tiempo de vida máximo de tres meses. Los estadounidenses tiran una media de 30 kilos de ropa al año, y no hablamos de donaciones a la beneficencia, sino de 30 kilos de ropa que van directamente al vertedero.
En este modelo de consumir la moda, un casi "usar y tirar o almacenar", se adquiere ropa que imita las tendencias actuales, pero a bajo coste. Las marcas que ofrecen este tipo de artículos, no solo cambian sus productos con frecuencia, sino que además, para maximizar beneficios, llevan a cabo una política de deslocalización fabricando sus productos en países en desarrollo, pagando a los trabajadores salarios muy bajos e incluso, sacrificando las condiciones de seguridad en las que realizan sus actividades.
¿Qué cuatro cosas debemos saber?
1) La industria de la moda rápida, está diseñada para hacernos sentir que después de una semana, ya estamos desfasados. Recuerdo una época en la que había dos temporadas de la moda:
primavera/verano y otoño/invierno. Aterrizamos en 2014 y nos encontramos con ¡52 microtemporadas al año!, todas las semanas hay nuevas modas. El objetivo de la moda rápida es que los consumidores compren el máximo de ropa posible acortando los tiempos entre compra y compra. Con la creación de nuevos looks cada semana, las empresas establecen un calendario de la moda con el que hacen sentir al consumidor desfasado justo después de haber estrenado su nueva ropa.
2) Los descuentos no son descuentos. La excusa de ir a un outlet porque los precios son más baratos, nos sumerge en un consumismo extra de prendas de mala calidad y posiblemente innecesarias en nuestro armario, pero como son baratas... Salir con marcas de diseñador pensando que has triunfado pagando una fracción de su precio, es una entelequia. Los supuestos excedentes que pensamos que estamos comprando, la ropa de outlet no siempre pasa por los almacenes normales, y probablemente proceda de una fábrica distinta de la que produce la "ropa normal". Cada vez con más frecuencia, el intermediario de un outlet negocia con los diseñadores para poder poner sus etiquetas en la ropa barata manufacturada en sus propias fábricas de baja calidad.
3) La ropa está diseñada para romperse con facilidad. Este modelo de empresa depende del deseo de los consumidores de estrenar ropa, lo cual es instintivo si la ropa se estropea al primer lavado. La doblas como buenamente puedes y piensas, vale, me lo pondré para la fiesta del sábado por la noche, y luego se echará a perder literalmente.
4) Los adornos con cuentas y lentejuelas pueden ser un indicador de que hay trabajo infantil de por medio. Aunque existen máquinas que pueden incrustar cuentas y lentejuelas como si de un trabajo hecho a mano se tratara, son muy caras. Es muy poco probable que una fábrica invierta en este equipamiento, especialmente si la ropa que se está fabricando busca una etiqueta de moda rápida.
A menudo, lo hacen trabajadores en sus casas con la ayuda de sus hijos para coser, adornar y embellecer con más rapidez y durante todo el tiempo que les permita la luz del día, la ropa que acabará en nuestros armarios. A cambio reciben los sueldos más bajos de la industria textil.
Consejos para evitar convertirse en víctima de la "moda rápida"
A continuación te presentamos algunos consejos útiles para prevenir la entrada en el círculo vicioso de la moda rápida:
En este modelo de consumir la moda, un casi "usar y tirar o almacenar", se adquiere ropa que imita las tendencias actuales, pero a bajo coste. Las marcas que ofrecen este tipo de artículos, no solo cambian sus productos con frecuencia, sino que además, para maximizar beneficios, llevan a cabo una política de deslocalización fabricando sus productos en países en desarrollo, pagando a los trabajadores salarios muy bajos e incluso, sacrificando las condiciones de seguridad en las que realizan sus actividades.
¿Qué cuatro cosas debemos saber?
1) La industria de la moda rápida, está diseñada para hacernos sentir que después de una semana, ya estamos desfasados. Recuerdo una época en la que había dos temporadas de la moda:
primavera/verano y otoño/invierno. Aterrizamos en 2014 y nos encontramos con ¡52 microtemporadas al año!, todas las semanas hay nuevas modas. El objetivo de la moda rápida es que los consumidores compren el máximo de ropa posible acortando los tiempos entre compra y compra. Con la creación de nuevos looks cada semana, las empresas establecen un calendario de la moda con el que hacen sentir al consumidor desfasado justo después de haber estrenado su nueva ropa.
2) Los descuentos no son descuentos. La excusa de ir a un outlet porque los precios son más baratos, nos sumerge en un consumismo extra de prendas de mala calidad y posiblemente innecesarias en nuestro armario, pero como son baratas... Salir con marcas de diseñador pensando que has triunfado pagando una fracción de su precio, es una entelequia. Los supuestos excedentes que pensamos que estamos comprando, la ropa de outlet no siempre pasa por los almacenes normales, y probablemente proceda de una fábrica distinta de la que produce la "ropa normal". Cada vez con más frecuencia, el intermediario de un outlet negocia con los diseñadores para poder poner sus etiquetas en la ropa barata manufacturada en sus propias fábricas de baja calidad.
3) La ropa está diseñada para romperse con facilidad. Este modelo de empresa depende del deseo de los consumidores de estrenar ropa, lo cual es instintivo si la ropa se estropea al primer lavado. La doblas como buenamente puedes y piensas, vale, me lo pondré para la fiesta del sábado por la noche, y luego se echará a perder literalmente.
4) Los adornos con cuentas y lentejuelas pueden ser un indicador de que hay trabajo infantil de por medio. Aunque existen máquinas que pueden incrustar cuentas y lentejuelas como si de un trabajo hecho a mano se tratara, son muy caras. Es muy poco probable que una fábrica invierta en este equipamiento, especialmente si la ropa que se está fabricando busca una etiqueta de moda rápida.
A menudo, lo hacen trabajadores en sus casas con la ayuda de sus hijos para coser, adornar y embellecer con más rapidez y durante todo el tiempo que les permita la luz del día, la ropa que acabará en nuestros armarios. A cambio reciben los sueldos más bajos de la industria textil.
Consejos para evitar convertirse en víctima de la "moda rápida"
A continuación te presentamos algunos consejos útiles para prevenir la entrada en el círculo vicioso de la moda rápida:
- Pasa de ser un comprador fácil, a un comprador consciente. Utiliza tu ropa con más frecuencia y recréate en la gratificante sensación de que estas dispuesto a consumir menos: menos recursos naturales, menos emisiones de carbono, menos explotación laboral, menos moda rápida. Recuerda que tu ropa habla por ti y de ti, te identifíca, puede ser una manera más de expresarte, sin que por ello debamos sentirnos esclavas de la imagen. A menudo notarás que incluso, el paso del tiempo hace que se adapte a tu cuerpo y te hace sentir realmente cómoda.
- Tunea y adapta tu ropa cuando ya no sea de tu gusto o necesite algún retoque. Algunos aseguran que el sistema de reciclaje de fast fashion no es una solución viable. Requiere la participación activa de un gran número de consumidores y necesita de nuevos avances tecnológicos que conllevan nuevas emisiones contaminantes, situación que lo mantiene como un modelo que, cuando mucho, intenta ser un poco menos dañino de lo que es actualmente, pero no lo deseable.
- Busca tu opción, si realmente necesitas ropa o complementos. En esta vorágine consumista, muchas empresas apuestan por crear una alternativa de "moda sustentable" y se han ofrecido a mejorar sus prácticas para crear un modelo de negocio que se ajuste mejor a los estándares de sostenibilidad, buscando salarios más justos para sus trabajadores y mejores condiciones laborales, así como un sistema de circuito en donde se invita a los consumidores a reciclar sus prendas en nuevos productos textiles.
- Apoya la revolución Detox por un planeta libre de sustancias tóxicas. Greenpeace publicó hace poco el Informe Puntadas tóxicas donde revelaba, que un buen número de marcas de ropa conocidas internacionalmente, venden prendas que contienen sustancias químicas peligrosas Las prendas analizadas (tanto de moda de hombre, mujer y niños) habían sido elaboradas mayoritariamente en países en desarrollo y emergentes. Muchos de los productos químicos peligrosos detectados eran restos residuales no deseados, lo que demuestra el alto nivel de contaminación del sector. En menos de una semana después de la publicación de dicho informe, algunas empresas de las más importantes del sector, se comprometieron a eliminar el uso y vertido de todas las sustancias químicas peligrosas de toda su cadena de suministro y de todos sus productos antes de 2020. Infórmate de lo que consumes para ser consciente de tu decisión.
Muy buen articulo! siempre hay que ser ecologico. Por una ropa de hombre mas ecológica.
ResponderEliminarMuy útil, a ver si nos ponemos manos a la obra y ya de paso compro algo de entretiempo para cuando acabe verano porque ahora las prendas están tiradas de precio...
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