"Antes de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu casa". (Proverbio chino)


Hogares verdes es una iniciativa dirigida a personas preocupadas por el impacto ambiental y social de sus decisiones y hábitos cotidianos que promueve el autocontrol en el consumo doméstico de agua y energía, propone medidas y comportamientos ahorradores y fomenta una compra más ética y más ecológica



lunes, 21 de enero de 2013

¿Cuánto se puede reducir el consumo doméstico de agua con el buen uso de tecnologías ahorradoras?

Hace ya un año terminamos unas pequeñas reformas en casa, que incluían algunas mejoras en el aislamiento y eficiencia energética y la implantación de tecnologías de ahorro de agua. Nuestro piso tiene más de 50 años de antigüedad y se encuentra en la cuarta planta de una manzana de 4 alturas en un popular barrio de Zaragoza: por tanto, ciudad compacta, completa, compleja, multifuncional y de servicios cercanos en la que no hay jardín ni huerto y todos los consumos son exclusivamente de interior.

Así se hizo, así lo medimos

Pasado un año de las reformas, llegó el momento de valorar el posible ahorro de agua conseguido gracias a la instalación de tecnologías ahorradoras y compartirlo con vosotros. El análisis se ha realizado, claro está, a partir de los recibos de agua, donde se indica el consumo en metros cúbicos en una fecha exacta, aproximadamente la misma con muy pocos días de diferencia cada año, lo que permite el cálculo del consumo de agua a lo largo del año natural con bastante exactitud, así como el consumo medio diario, dado que se pueden calcular los días exactos a que corresponde el consumo.

Los datos hablan: una reducción del 25% del consumo de agua respecto a la media de los 4 años anteriores

Como podéis ver en la primera gráfica, entre 2008 y 2011 (años previos a la instalación de las nuevas tecnologías ahorradoras), el consumo medio anual fue de 45,5 metros cúbicos al año, siendo muy similar a lo largo de esos 4 años. De hecho, el pequeño descenso en 2010 se debe, probablemente, a que durante dos meses una persona no vivió en casa por asuntos de salud y se redujo el consumo en esa proporción. Por tanto, datos de consumo muy homogéneos durante 4 años.

Tras la instalación de las tecnologías ahorradoras, que luego detallaremos, se pasó a un consumo en 2012 de 34 metros cúbicos, es decir un 25 % menos.
Expresado en litros por persona y día, partíamos de un consumo medio de 62,5 litros/persona y día (ya bastante bajo comparado con el consumo doméstico de Zaragoza, que está en torno a los 104 litros, o la media nacional de 144 litros, según el INE) y hemos conseguido reducirlo a 47 litros/persona y día.


Una reducción conseguida en nuestro caso por el cambio de tecnologías (ya teníamos hábitos ahorradores de agua y no los hemos cambiado)

Nuestra hipótesis es que en este caso concreto, el ahorro de agua ha venido dado casi exclusivamente por la incorporación de tecnologías ahorradoras y eficientes de agua. ¿Por qué? Porque nuestro grado de concienciación - sensibilización y nuestros hábitos, comportamientos y conductas respecto al uso y ahorro de agua no han variado mucho y son, por tanto, la variable controlada. Éramos y somos ahorradores de agua desde el principio, en un grado bastante intenso, con un consumo por persona y día casi la mitad del de nuestra ciudad. Practicamos de forma habitual, como tantas familias de Hogares Verdes, muchos comportamientos en relación al ahorro de agua.

Por ejemplo, toda el agua fría inicial de la ducha, en la operación de tanteo de temperatura, siempre la recogemos en un cubo para ser utilizada en el inodoro. Además, teníamos ya, es cierto, diversos mecanismos ahorradores baratos y “añadidos”: grifos monomando con aireadores/perlizadores, cabezal de ducha ahorradora, mecanismo de interrupción de descarga del inodoro por segunda pulsación, etc).

Por tanto, el ahorro se puede achacar en este caso casi en su totalidad al cambio de tecnologías y a los usos distintos del agua que algunas de ellas suponen.

Sin hacer nada del otro mundo, también en el ahorro de agua, la unión hace la fuerza

Los grifos del lavabo, el bidé y el fregadero de la cocina se sustituyeron por nuevos monomandos ahorradores ecológicos, con limitación de caudal, aireador-perlizador incorporado, apertura escalonada (es preciso vencer resistencia para obtener el máximo caudal) y apertura central en frío (en la posición central el grifo no mezcla, sino que da agua fría, lo que redunda en principio en ahorro energético, no de agua).

La grifería monomando de la ducha fue sustituida por una termostática muy eficiente con cabezal de ducha ahorrador, y el inodoro por uno con depósito de doble descarga de 3/6 litros.

Además incluimos un lavavajillas pequeño A++ (en ese tamaño no había en ese momento A+++) muy eficiente de 9 litros de consumo de agua por lavado, frente al anterior lavado a mano de la vajilla. La lavadora no se renovó, pero es una A++ energética, también bastante eficiente y con poco consumo por ciclo de lavado.

Los grifos se adquirieron de una marca de nuestra propia ciudad que ofrece interesantes modelos de grifos ahorradores, para fomentar el tejido empresarial local y los circuitos locales. En definitiva, se eligieron los elementos con tecnologías más ahorradoras posibles pero dentro de lo normal, sin ir, por ejemplo, a griferías de apertura automática por presencia ni nada parecido.

Si se analizan estos cambios, hay dos actores principales en el ahorro de agua conseguido: el uso de lavavajillas, muy eficiente en el uso del agua frente al anterior lavado a mano, y la cisterna del inodoro de doble descarga frente a la anterior de más volumen. Después, sería posiblemente la grifería termostática de la ducha, que evita las pérdidas de agua en las aperturas de tanteo para conseguir de nuevo la temperatura deseada, la siguiente ahorradora. Por último el resto de grifos hacen su papel esencial de actores de reparto, aunque quizá no representen tanto ahorro respecto a la anterior grifería ya equipada con aireadores.

Habrá que ver si la tendencia es consistente en los próximos años (hemos evaluado solo el 2012 completo, primer año tras la reforma), pero parece que cisterna, lavavajillas y grifería, eficientes y ahorradores, junto con su adecuado uso y los cambios en los mismos que implican, han permitido ahorrar un 25% de agua respecto al consumo anterior, en el que también se incorporaban algunas tecnologías ahorradoras pero de menor impacto y eficiencia que las actuales.

No se ahorra mucho dinero, pero… ¿y la satisfacción que da ahorrar agua?

El paso de 45,5 metros cúbicos de media a 34 en 2012 supone una reducción de 11,5 metros cúbicos. El precio del metro cúbico de agua en Zaragoza en la última factura correspondiente a 2012 era de 0,47€/m3. Esto supondría un ahorro de 5,41 € anuales en consumo en 2012 respecto a la media de los 4 años anteriores. En estos volúmenes, el precio de la factura viene dado más por los conceptos fijos que por el consumo de agua y no representa un ahorro de importancia. Incluso considerando periodos de retorno largos (15 años) sirve para recuperar solamente una muy pequeña parte de la inversión realizada.

La satisfacción de ahorrar cada litro de un recurso limitado y tan valioso e importante como el agua, no te la quita nadie. También reduces el volumen de aguas a depurar en la planta depuradora de tu ciudad.

Hábitos y tecnologías ahorradoras de agua, una pareja bien avenida

En el ahorro y uso eficiente del agua en nuestra casa podemos mejorar mucho nuestros hábitos y comportamientos y también convertir nuestras instalaciones en más eficientes.

Si ya tienes dispositivos, instalaciones y tecnologías eficientes ahorradoras de agua, piensa en cómo mejorar a través de nuevos hábitos ahorradores. En Hogares Verdes te darán muchas ideas.

Si tus comportamientos de ahorro y cuidado del agua ya son muy buenos, piensa en invertir en algunas tecnologías de ahorro de agua que los potencien.

Con la suma de ambos, tecnologías y hábitos ahorradores, es posible reducir en gran medida el consumo de agua en tu casa. Anímate a ello.

Jesús de la Osa Tomás
Técnico en Educación Ambiental
Colectivo de Educación Ambiental S.L. CEAM



2 comentarios:

  1. Muy inteeresante Jesus, lo comparto

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  2. ¡Buenísimo, Jesús! Me pasma cómo habeis logrado llegar a esos 45 litros sin riesgo para vuestra salud ni para los que os rodean ;-)
    Nosotros apenas bajamos de los 70 litros/día, persona... y eso que hemos instalado un sistema de recuperación de pluviales y grises de ducha para WC. Creo que para llegar a tu nivel tendría que quitarme de una de mis más voraces adicciones: la ducha de la mañana... ¡enhorabuena, Jesús!

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